La tarde es preciosa, asolferinada, (1)
la tarde es soberbia, pero él está lejos…
el ciprés y el sauce frente a la laguna,
siguiendo mis ojos parecen llorar.
Él está muy lejos, y en aquesta tarde
de imponente fuego, el alma impotente
llora taciturna:¡la tarde es soberbia,
pero él está lejos allende los mares!
Cerrando los ojos, la honda nostalgia
cruzando los mares me lleva hasta él:
él está muriendo de pesar sin mí,
y en su tarde triste, él me ve llorar;
aquende los mares yo bebo el quebranto.
Con rabia callada, él dice abismado:
la tarde es preciosa, asolferinada,
la tarde es soberbia, ¡ pero ella está lejos!